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Durante el embarazo, es fundamental mantener y cuidar la salud dental. Esto se debe a que el embarazo aumenta el riesgo de sufrir problemas dentales, que pueden ser perjudiciales para la salud de la madre y del bebé.
Efectos de los problemas dentales durante el embarazo
Durante el embarazo, aumentan los niveles de las hormonas estrógeno y progesterona en el cuerpo. Esto puede hacer que las encías se vuelvan más susceptibles a las bacterias, lo que provoca inflamación y sensibilidad en las encías, detalla la dentista Dra. Cecilia Almagro. Esta condición se conoce como «gingivitis del embarazo». Si no se trata, la gingivitis puede convertirse en una enfermedad periodontal avanzada, que puede provocar la pérdida de dientes y, en última instancia, extracciones. Los cambios hormonales durante el embarazo también pueden dar lugar a tumores de embarazo, que son depósitos benignos de tejido en exceso en las encías.
Las náuseas matutinas son un efecto secundario común del embarazo que también puede afectar a la salud bucal. Los efectos de las náuseas matutinas pueden exponer los dientes a los ácidos del estómago, que pueden eliminar el esmalte, la capa que protege los dientes.
La sensibilidad de las encías o las náuseas pueden dificultar el cepillado correcto de los dientes, provocando un exceso de acumulación de placa y aumentando el riesgo de sufrir problemas de salud dental. Si tienes caries durante el embarazo, puedes transferir las bacterias al niño, aumentando el riesgo de problemas de salud en el futuro. Los problemas dentales graves también se han relacionado con los nacimientos prematuros, y los bebés corren el riesgo de sufrir daños cerebrales y problemas de vista y oído. Por tanto, es necesario extremar el cuidado de la salud bucodental durante el embarazo.
Cómo cuidar tu salud bucal durante el embarazo
Visita a tu dentista con regularidad: Es esencial que informes a tu dentista una vez que descubras que estás embarazada, para que pueda aconsejarte sobre la mejor manera de cuidar tu salud bucodental. Debes programar visitas rutinarias cada seis meses para una limpieza profesional y un diagnóstico temprano de cualquier problema de salud dental.
Cepíllate los dientes: Utiliza el hilo dental al menos una vez y cepíllate los dientes dos veces al día con una pasta de dientes con flúor recomendada por tu dentista. Si tiene náuseas matutinas, evite cepillarse los dientes al menos una hora después de un episodio para minimizar el impacto de los ácidos del estómago. Su esmalte ya está comprometido durante este tiempo, y cepillarse inmediatamente puede causar más daño. Para evitar las náuseas mientras te cepillas los dientes, hazlo lentamente y desplaza tu atención de la actividad con algo relajante, como escuchar música.
Cuida tu alimentación: Para que tanto tú como tu bebé tengáis unos dientes más fuertes y sanos, sigue una dieta equilibrada rica en fósforo, calcio, proteínas y vitaminas A, C y D. Evita picar alimentos con alto contenido en azúcar. En su lugar, elige tentempiés saludables como fruta, verduras o yogur sin azúcar, y límpiate los dientes después. Recuerda beber suficiente agua a lo largo del día. También puedes obtener ácido fólico de alimentos como las legumbres, las naranjas, las fresas, los plátanos, el brócoli y las verduras de hoja verde.
Enjuágate la boca con bicarbonato de sodio: Si tienes náuseas matutinas, mezcla bicarbonato de sodio y agua y enjuágate la boca para evitar la corrosión del esmalte por los ácidos del estómago.
Reflexiones finales
Los dientes de tu bebé comienzan a desarrollarse a partir de los tres meses de embarazo. Si practica buenos hábitos de higiene bucal durante todo el embarazo, podrá proteger su salud dental y la de su hijo.